Don Peter Peirano se sacó una frase que claramente da que hablar, me apareció en el celu hoy y salté. Aprovecho de compartir para iniciar la discusión.
(Estoy en la pega, así que si me da el cuerpo comento en la noche)
Don Peter Peirano se sacó una frase que claramente da que hablar, me apareció en el celu hoy y salté. Aprovecho de compartir para iniciar la discusión.
(Estoy en la pega, así que si me da el cuerpo comento en la noche)
Conozco mucha gente de varias realidades y la cantidad de gente que en un argumento acalorado está de acuerdo con matar o haber matado a todo un grupo humano que consideran “indeseable” por alguna u otra razón, según lo que he observado, es completamente transversal.
Te pongo ejemplos de todos los colores:
Alguno te suena familiar? Justificable incluso? Si es el caso, te explico que tu también, como todos nosotros, eres la víctima de la guerra ideológica contemporánea.
Nunca está bien arrasar con un grupo completo por el sólo hecho de saber 1 dato sobre todos sus miembros (aunque sea comprobable). El contexto importa.
El juego es bastante simple. Debes recriminar por completo al grupo X o si no, no eres un verdadero miembro del grupo Y (“la gente buena/normal/compasiva/sensata/razonable” también conocido como TU CÍRCULO SOCIAL o el grupo con el que te identificas). Eso eventualmente degenera en odio y alguno que otro se vuelve loquito con la hueá y grita “mátenlos a todos”.
Funciona porque no hay nada que una a la gente más efectivamente que una amenaza en común. Así que si no existe o si no está clara, hay que ponerle nombre y apellido y darle como caja como culpa de todos los males.
Misma fórmula del fascismo.
Una cosa es gritar, otra cosa es haber tirado gente desde helicópteros.
Si no los tiras te matan a ti. “O acaso eres comunista/musulmán/vietnamita/católico/enemigo del partido?” Eso con el tiempo se soldifica y la gente termina justificando lo que empezó a hacer por miedo. Es realmente necesario recordar el sinfin de regímenes de todo color que ha cometido atrocidades peores?
El problema no son los fachos. Esos son simplemente el sabor de enemigo de turno que le tocó al grupo con el que simpatizas.
La realidad es que los problemas son complejos y la capacidad de cometer atrocidades vive, en potencia, en todo ser humano.
Si me preguntas a mí la mentalidad de grupo y el temor que incentivan sus líderes son el peligro más grande de la humanidad.