La compañía tomó la decisión al estimar que no tiene posibilidad de competir en igualdad de condiciones con el acero chino. “Es un atentado contra la región”, dijo el gobernador Díaz. Desde La Moneda estudian alternativas para dar “continuidad” a la operación y se reunirán mañana con la empresa.
Si no hubiera, todas esas empresas hace décadas que estarían en china.