Siempre he valorado tus comentarios largos, también siempre he aspirado a redactar semejantes murallas sinceramente jajajaja. Lo del ambiente caldeado lo comparto completamente, se sentía una calma antes de la tormenta porque el tránsito vehicular diminuyó, el metro se paralizaba y la gente caminaba. Para mi fue muy loco como del silencio empezó a aumentar los sonidos de lacrimógenas y cosas por el estilo, me considero afortunado de haber tenido la posibilidad de guardarme temprano en aquella ocasión. Ni me imagino el viaje que te tocó, en el norte estuvo brígido el asunto.

Comparto mucho que hubo un quiebre. Aunque el descontento generalizado estaba difícil que resulte en buenos resultados, en mi opinión no quedaba más que como sociedad nos atengamos a las consecuencias. Los políticos hicieron (y siguen) sin hacer bien su pega, lo que me hacen pensar si es realmente justo para ellos que se les asigne una tarea tan grande, y que por ello mismo se les entregue tanto poder.