La compañía tomó la decisión al estimar que no tiene posibilidad de competir en igualdad de condiciones con el acero chino. “Es un atentado contra la región”, dijo el gobernador Díaz. Desde La Moneda estudian alternativas para dar “continuidad” a la operación y se reunirán mañana con la empresa.
Supongo que podría haber un equilibrio entre una situación y la otra.
Recuerdo que el mismo Palma comentó de que las manufacturas no pueden depender infinitamente de aranceles y subsidios. En la situación coreana, por ejemplo, el Estado obligó a los productores a generar exportaciones. Los subsidios y aranceles estaban condicionados a ser competitivos.
Quizás zapatos no vale la pena, pero sí la minería u otro sector industrial. Pero a mí me da la sensación, real o no, de que se está dejando caer todo indistintamente.