Hoy, bajo el alero del Pudú y de los presentes, declaro formalmente mi cruzada contra el materialismo dialéctico y todas sus variantes bastardas. Con ayuda del tomismo clásico, espero devolver esa filosofía infernal al fuego eterno de donde nunca debió haber salido.
Luego de esto me gustaría decir que podré descansar, pero aún queda una tarea más grande, la que es explicar la posibilidad de una primera causa en un infinito matemático real, cosa que creo me llevará la vida. Luego de todo eso, recién ahí podré descansar.



Gracias, pero no es por mí, sino por los pequeños que no son capaces de ver ni responder a la mentira que se les refriega en la cara. Y en parte un poco por mi, pero más por los pequeños, como buena parte de mi familia que cree en Dios y en las promesas del comunismo, no por disonancia cognitiva, sino por asentimiento al grupo que creen es sincero en lo que dice (y que no dice todo lo que tiene que decir).
Al final del día somos parte de un cuerpo y cada parte tiene su función, la mía hasta el momento veo que es ir de frente al campo de batalla de las ideas.