En mi juventud yo era bien cerrado respecto de mis gustos musicales, especialmente, en lo que consideraba que era realmente «rock». A medida que fue pasando el tiempo comencé a escuchar cada vez más variedad, descubrí nuevos artistas y estilos geniales. Cosas que me estaba perdiendo debido a mis prejuicios. Hoy considero que tengo muy muy pocos prejuicios musicales y eso me ha permitido disfrutar y amar mucho más la música.

Tal como lo menciona Josh Homme, a estas alturas creo que no existen los placeres culpables, al menos en lo que a música respecta. Si te gusta algo hay que disfrutarlo sin importar las etiquetas que le pongan.

¿Y ustedes qué opinan?