Bastó un audio de una hora y 48 minutos para que la carrera de más de 40 años del penalista se viniera abajo. Imputado ahora por soborno, Luis Hermosilla ha visto ya cómo clientes lo dejan y termina una comunidad de techo de décadas con su amigo Andrés Chadwick. Así se escribió la impronta -y la caída- de uno de los abogados más influyentes del mundo empresarial y político.
Este vejete debe saberle cosas re feas a medio mundo. Se vienen clases de ética.