Documentos internos de las fiscalizaciones a Enel revelan que la transnacional entregó, en más de una oportunidad y en medio de emergencias, datos abiertamente erróneos sobre sus clientes afectados. Incluso se descubrió que copiaron y pegaron la misma cifra de hogares sin conexión en distintas comunas sin justificación, lo que a juicio del Estado le permitió "ahorrarse dinero" en medio de la contingencia. Hoy, después de una semana, más de 50 mil clientes de la región Metropolitana siguen sin luz y las sospechas de falta de transparencia vuelven a asomar.
Que tremenda cagada. Fue una locura entregarle este servicio básico a privados y peor aún a los italianos.