Documentos internos de las fiscalizaciones a Enel revelan que la transnacional entregó, en más de una oportunidad y en medio de emergencias, datos abiertamente erróneos sobre sus clientes afectados. Incluso se descubrió que copiaron y pegaron la misma cifra de hogares sin conexión en distintas comunas sin justificación, lo que a juicio del Estado le permitió "ahorrarse dinero" en medio de la contingencia. Hoy, después de una semana, más de 50 mil clientes de la región Metropolitana siguen sin luz y las sospechas de falta de transparencia vuelven a asomar.
Es indignante leer cuánto le estrujan hasta el último peso a una empresa en desmedro de la calidad del servicio. Sé que es soñador decirlo, pero ojalá se les apliquen sanciones efectivas, y se impongan mayores regulaciones y fiscalizaciones en su funcionamiento con tal de que cumplan con las cosas que se les solicita estos sujetos.