Chile es un país sin convicciones. Ninguna victoria es definitiva, ninguna derrota es duradera. Independente de los resultados de esta elecciones, la próxima es casi segura victoria de la centroizquierda, de la mano de Tomás Vodanovic.
Es cosa de recordar que Matthei perdió por paliza contra Bachelet para que luego Bachelet le pasara la banda presidencial a Piñera.
Chile es un país sin convicciones. Ninguna victoria es definitiva, ninguna derrota es duradera. Independente de los resultados de esta elecciones, la próxima es casi segura victoria de la centroizquierda, de la mano de Tomás Vodanovic.
Es cosa de recordar que Matthei perdió por paliza contra Bachelet para que luego Bachelet le pasara la banda presidencial a Piñera.
Precisamente por esa falta de convicciones de muchos es que no podemos permitir que el barco se empequeñezca.