La peor combinación del día: Escuchar al Sepu en la radio y además, escuchar en su programa opiniones de gente que ni siquiera ha leído o entendido la crítica de Mayol a Peso Pluma en el Festival de Viña.

A mi no me importa tanto qué es lo que hace la gente con su cuerpo, si quiere drogarse, que se droguen con libertad mientras no afecten al resto. Tampoco me importa el mérito artístico que pueda tener el mismo sujeto. Lo que me preocupa es cómo el negocio del narcotráfico finalmente termina abarcando todas las áreas y ya es validada tanto cultural como políticamente. Los movimientos progresistas modernos están al servicio del capitalismo más extremo, no se diferencian de ni una manera de los gringos demócratas haciendo “#BLM”.

Son puros símbolos, imágenes y consignas. Tienen forma, pero no fondo.